Capítulo 9 Aivan- Sangre Real

AIVAN

Caminamos hacia el palacio mientras ella se meneaba irregularmente debido a los nervios y eso me ponía tenso, estaba seguro en un principio, de que sus padres lo dejarían tal y como estaba, pues ella no había matado a alguien o causado un daño severo, sólo le disparó en la mano a Huge para salvar una vida, para salvar MI vida.
Subimos por las escaleras directo a los tronos, donde se encontraban el rey Neal y la reina Miera, ellos no se habían percatado de nuestra presencia, o eso era lo que yo pensaba.
—Príncipe, princesa—saludaron robóticamente—sean bienvenidos y les advertimos que estamos enterados de todo, por favor necesitaremos abrir casos pasados con los reinos y reafirmar lazos, pueden retirarse—indicó la reina mientras nos daba la espalda y su esposo la observaba inclinando la cabeza.
Seguimos su orden y salimos de ahí corriendo. Según yo la única forma de pagar por esto era que cedieran su poder, lo cual no debería ser un problema, pues en cuanto dejaran el reino podrían ir a Lisburn, pues yo estaba prácticamente casado con Jinohra, lo cual mantendría su puesto de “princesa”. O la segunda opción, que era el cederle al primogénito a la familia real de Galway, lo que significaría que Jinohra iría directo a las manos de Huge, pero sus padres son incapaces de hacer eso ¿o no?
Lleve a Jinohra escaleras abajo y le indiqué que se quedara un tiempo con Cassidy mientras arreglaba las cosas con sus padres, no permitiría que ellos tomaran esa decisión, se suponía que nosotros decidíamos sobre eso pues ellos ya no tenían nada que ver con nuestro compromiso.
Subí por las escaleras mientras mis zapatos marcaban el ritmo de mis pisadas y el camino se hacía largo. No veía la hora de soltarles todo a los reyes, de decirles que no dejaría que tomaran esa decisión.
Llegué hasta los tronos y el rey se puso de pie para encararme.
—Creí que les dejamos bien claro lo que estábamos haciendo y lo que esperábamos que hicieran—inició a discutir.
—Pero te has tomado la molestia de interrumpirnos cariño, así que dime qué es lo que quieres—interrumpió la reina.
—Majestades he venido a ofrecerles la ayuda de mi reino en caso de que quieran iniciar la guerra, pues la princesa Jinohra y yo hemos decidido que las cosas se quedarán así—la reina enarcó una ceja mientras ponía toda su atención en mí.
— ¿Jinohra también? O… ¿Sólo la tomaste tú? —me quedé callado, en realidad la decisión había sido mía, pero estaba seguro de que Jin estaría de acuerdo.
—Ambos, majestad, ambos decidimos que esto está bien así y hemos decidido que si es necesario que Lisburn se una con Newry así lo haremos, adelantaremos la boda para cuando ustedes quieran—concluí y me di la media vuelta para no escuchar la respuesta, quería que ellos lo tomaran en serio y que pensaran las posibilidades que teníamos de ganar.
Giré el picaporte y me dispuse a salir, pero la fuerte mano del rey me tomó por el hombro.
—Sé que la reina no estará de acuerdo, pues tendremos que dejar el trono en caso de que nuestra única heredera contraiga matrimonio y creo que es el momento de que sangre joven reine, yo los apoyo príncipe, sólo espero que mantenga en alto su palabra y que no sea una treta para obtener el poder de nuestro reino, ahora Newry pasará a ser parte de ti, de tu familia—concluyó mientras estrechaba mi mano como si acabáramos de cerrar un trato, se acercó para abrazarme como si fuese mi padre y me dijo algo al oído—espero que sepas lo que haces, en verdad no me gustaría ponerle fin a esto—advirtió y yo me estremecí.
—Se lo aseguro—articulé mientras daba un paso hacia atrás para separarme de él.
Camine un poco por los pasillos para aclarar mi mente, ellos esperaban que para mañana ya estuviéramos comprometidos. Pero con lo que dije pensé que deberíamos esperar una semana en lo que veían la posibilidad de establecer un acuerdo para arreglar todo con el reino de Galway, ¡No esperaba ser un hombre casado para mañana!
Llegué al pie de las escaleras y me dirigí hacia la salida, debía ir a Lisburn cuanto antes para mandar las tropas a proteger Newry y a algunas ordenarles que se quedaran a proteger Lisburn. Probablemente podría convencer a Cassidy para que persuadir a los reyes de Campterlyn y se unieran a nosotros, puesto que no tenían hijos herederos al trono no tenían mucho que perder y serían unos fuertes aliados, era el reino más grande y ellos tenían el ejército con mayor número de todos los reinos, sin duda un potente aliado.
Me monté en el automóvil y fui directo a Campterlyn, debía hablar cuanto antes con Cass, antes de que Huge fuera directo con los reyes. Llegué a la casa de la Cassidy y empujé la puerta hasta que se abrió, las casas eran muy inseguras, puesto que ahí no existía delito ni amenaza alguna.
— ¡Hey, largo…—salió gritando Cass— Aivan!
—Cassidy necesito un favor, habla con los reyes del reino y diles que la reina de Lisburn los convoca a una reunión y necesito que les metas ideas de que deben aliarse con nosotros, diles que ignoren las propuestas de Galway, por cierto, ¿Jinohra está contigo?, la mandé hace un momento para que se distrajera.
—Sí, está en el comedor, enseguida viene—se introdujo en una recámara y se quedó un buen rato ahí mientras yo esperaba impaciente para ver a Jinohra y decirle que mañana contraeríamos matrimonio, pero no de la dulce forma que ella esperaba.
La puerta emitió un chirrido demasiado agudo mientras alguien la empujaba del otro lado. Cass se asomó y me dedicó una sonrisa.
—Tienes nuevos aliados—dijo llena de orgullo—pero te lo cobraré Aivan, quiero que le des a Jiny una boda de ensueño, ella estaba muy ilusionada al respecto.
— ¿Te dijo algo sobre la boda?, porque justamente de eso quiero hablar con ella—abrió tanto los ojos que temí que fueran a saltar de sus cuencas.
— ¿La vas a cancelar?, porque te mataré…
—No, mañana deberá tener lugar—interrumpí y no dejé que hablara—era una de las condiciones para que no entregaran a Jin como una mercancía a Huge, eso y el hecho de ayudar a Newry en la guerra, por eso te necesito—terminé y ella soltó todo el aire que había estado reteniendo.
—Te comprendo Aivan, y el rumor ya se extendió por aquí, sólo espero que las cosas vayan bien con todo esto y que ustedes no salgan afectados, pero la realeza de aquí debería ir a Newry ¿no?, después de todo, con toda la seguridad deben ser el reino más poderoso por el momento.
—Y el más grande—complementé—le cederé el poder de Lisburn, uniré los reinos para que todo se equilibre.
— ¿O sea que…
—Sí—interrumpí—tienen una clausula donde le otorgan el poder al primogénito cuando éste contraiga nupcias, que en su caso es Jin y pues por Lisburn ni se diga, la reina iba a declinar pronto de todas formas—me encogí de hombros.
Este tema ya lo había tratado con mi madre, y después de todo nos pareció buena la idea, sólo que la persona con la que me veía en un futuro no era con Jinohra y eso cambiaba las cosas por completo. Ahora perteneceríamos a los dominios de Newry y podríamos actualizar todo esto, iniciaríamos con los cambios que Jinohra sugiriera, después de todo ella conoce mejor que yo a Newry.
—Aivan—irrumpió una queda voz en el pasillo—Aivan por fin llegas, me estaba preocupando, ahora dime entes de que me saludes y me sermonees ¿qué pasa con la boda? —me quedé petrificado, no sabía cómo decirle que lo que hasta ahora la había ilusionado no podría cumplirse, seguramente se decepcionaría.
—Muy bien, creo que el ambiente de tensión es palpable por aquí, así que con su permiso—se retiró Cassidy dejándome sólo y sin apoyo frente a Jin.
Me rasqué la nuca y di unos pasos caminando de un lado a otro frente al sillón, no sabía cómo reaccionaría ante mi noticia sobre la tan apresurada boda y menos cómo reaccionaría al decirle que sería por una guerra y para mejorar su país.
—Bien, estoy esperando—musitó cruzándose de brazos e interrumpiendo mi vaivén constante.
—Pues en cuanto a la boda me temo que no será como lo esperabas y antes de que pienses otra cosa, no significa que será mejor, me temo que mañana seremos marido y mujer—solté sin mirarla directo a los ojos.
— ¿Por qué?
—Porque tus padres quieren darte a Huge, quieren que te cases con él o bueno, prácticamente eso pasará y pues…serás reina en cuanto te cases y yo rey y así podremos…
—Espera un momento, ¡Creí que querías a la Jinohra de verdad y no a la princesa!, ¡Creí que me amabas por lo que soy y no por el estúpido título Aivan!
—No es eso Jin—me detuve para tomarla de los hombros—en verdad quisiera cumplir tu sueño sobre la boda perfecta de la que tanto hablas, pero me temo que esto es necesario, y te juro que en cuanto las cosas se solucionen tendrás tu boda.
—No es eso, estás conmigo ahora por un título, es decir, si no fuera porque soy princesa no me estarías pidiendo matrimonio de un momento para otro.
—Me gustaría decir que no, pero si tus padres no nos hubiesen obligado jamás hubiese conocido a la Jinohra de verdad y créeme que me gusta, que estoy enamorado de ella y lo seguiré estando hasta el último segundo de mi vida—la besé de forma fugaz y ella se quedó en un silencio aterrador.
No sabía lo que haría, pero solo habían dos opciones, aceptar nuestra condición o rechazarla y poner ambos reinos en conflicto.
—Lo haremos a tu modo por ahora, ¿qué debo hacer? —musitó irritada.
Le indiqué todos los formatos legales que debíamos llenar en Lisburn y ella me dijo lo que debía hacer en Newry, al parecer ellos se casaban ante los reyes y ellos hacían válido y efectivo su matrimonio.
—Muy bien, entonces mañana nos casaremos y listo, sólo déjame ir a Lisburn a arreglar todo para mañana, si tengo tiempo iré a verte a tu castillo, Cass me hará el favor de llevarte a casa pero si te quedas por favor avísame—concluí y ella se alzó de puntas para darme un beso que tanto añoraba, pero no quería presionarla a esto hasta que estuviera nuevamente lista y olvidara todo, así que me separé de ella unos segundos más tarde.
—Cuídate—susurró dándome un abrazo y dirigiéndome a la salida.
Tuve que contener las ganas de regresar a su lado, ya había pasado mucho tiempo que no habíamos tenido un momento a solas, pero bueno, aunque tuvimos ahora uno sólo fue para hablarle de la guerra que se avecinaba y ahora tenía que regresar a casa.
Subí a mi automóvil y fui directo a mi palacio para avisarle a mi madre que preparara todo para la llegada de los reyes de Campterlyn y para que avisara al juez de mi familia que contraería nupcias justamente mañana.
Llegué al palacio justo a tiempo para encontrar a mi madre aun despierta y leyendo una especia de libro, pero muy pequeño. No apartaba la vista de él, hasta que me aclaré la garganta para llamar su atención. Cerró aquel “libro” y leí “TÁCTICAS DE GUERRA”.
— ¿Una nueva novela? —le pregunté señalando el libro que yacía en una mesita acomodada a un lado del sofá rojo aterciopelado.
—No, es una vieja libreta de anotaciones de tu padre, él era un magnífico rey y guerrero y encontraron esto junto con su cadáver—dijo con una voz fría, le dolía hablar del pasado, de cuando aún estaba con mi padre.
—Ya veo, ¿para qué lo quieres? —indagué, aunque ya sabía la respuesta.
—Pues ya sabe todo Lisburn el hecho de la estrategia militar de Newry y el hecho de que te casarás con Jiny, estoy alegre por eso, sin embargo no hay quien dirija a nuestro ejército…
—Nombraré al guerrero más capaz para todo esto, no dejaré que alguien más salga herido, no quiero revivir la historia de mi padre.
—Lo sé, pero necesitamos a alguien que les informe lo que deben hacer, sin embargo no queremos llegar al uso de armas de fuego, no podríamos hacer eso pues está en contra de nuestras leyes Aivan.
—Ellos no respetarán las leyes y lo sabes bien, así que da lo mismo cómo lo hagan, alguien tiene que ganar y obviamente seremos nosotros—pausé para recordar lo que realmente venía a decirle—y no estoy aquí por las estrategias, vine a decirte que en unas horas vendrán los reyes de Campterlyn a hablar sobre una unión de fuerzas, así que preparen la sala de reunión para esto y quiero que te hagas cargo mientras voy a Newry por los reyes, tienen mucho de qué hablar—la observé mientras ella miraba nerviosa hacia el suelo y sólo asintió sin agregar nada más—por favor protege a Emily, no quiero que viva esto sola—pedí antes de retirarme.
—Créeme que yo menos, es mi hija Aivan y es pequeña, por eso estaba en contra de unirnos a Newry, pero bueno…
—No ahora—interrumpí y me retiré del palacio.
Subí al automóvil que ya me esperaba para ir directo a Newry, sinceramente esperaba que Jinohra se hubiese quedado en casa de Cassidy o que al menos se encontrara lejos de mi reino y del suyo, no quería que ella estuviera presente en cuanto iniciáramos la guerra.

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