Capítulo 8 Aivan- Sangre Real

AIVAN

Jinohra se había ido a una reunión con no sé quién y el rey estaba con ella, su madre no dejaba de hablar y ya me estaba desesperando de escucharla mientras mi madre asentía a cada cosa que ella decía.
—Perdonen que interrumpa majestades, pero me temo que es tarde y el rey y la princesa aun no regresan—musité mientras me levantaba de los sillones donde yacíamos sentados todos.
—No te preocupes querido, ambos fueron a ver diferentes tratados, seguramente están hospedados en los palacios de los dos reinos a los que fueron—contestó la madre de Jinohra y me quedé en silencio.
¿Se había ido a otro reino?, ella me dijo claramente que iba con su padre—dijo que iba, mas no que al mismo lugar—me contesté en automático y volví a levantarme del sillón.
Me dirigí sin decir algo hacia la salida, no quería hablar con nadie que no fuesen los guardias, seguramente ellos sabían a donde se dirigían ambos, ahora sólo dependía de mí el saber a dónde se fue ella y a dónde su padre.
Llegué rápidamente a donde todos ellos estaban montando guardia.
—Príncipe de Lisburn—reverenció una fila de ellos.
—Guardias—imité su movimiento para después continuar—por favor, necesito saber la ubicación de mi prometida, sé que ustedes los escoltaron.
—Lo siento, pero no tenemos permitido brindarle ese tipo de información a alguien que no pertenezca a la familia real de Newry— respondió uno de ellos en automático.
—Yo soy parte de la familia real de Newry—contesté manteniendo mi calma—la princesa es mi prometida y por ende formo ahora parte de la familia real, así que creo ser merecedor de la respuesta—sonreí con suficiencia.
—Muy bien, ellos tomaron un carruaje para ir a Campterlyn, pero la princesa a mitad del camino había seguido sola para ir a Galway—musitó uno de ellos con suma precaución, por alguna razón no querían decirme nada más.
—Gracias—reverencié en agradecimiento y enseguida corrí directo a mi automóvil. No podía quedarme de pie sin hacer algo, pero ¿decirle a mi madre y a la reina de Newry?, sonaba peligroso.
Pisé el acelerador hasta que las llantas chirriaron contra el asfalto y salí a toda velocidad hacia Galway, el inútil reino en el que estaba Huge. Simplemente sería inaudito no correr tras ella.
Me había mentido, sí, pero supongo que era para no meterme en más líos y es comprensible, ¿pero que haya corrido directo al palacio de Huge? Eso sí que era torpe, incluso para ella.
Sin chistar recorrí todo Lisburn con la esperanza de que pudiera encontrarla de regreso, sin embargo no ocurrió, pasé por cada calle para verificar que no se encontraba ahí y así fue, no estaba en mi reino, no estaba en su reino y por lo que me dijeron los guardias tampoco estaba con Cass.
Me dirigí directo a Galway, tenía que cruzar por Campterlyn de todas formas para poder llegar hasta ahí, así que de paso podría ir a ver a Cass, quien seguramente estaba en su casa y fuera de la reunión con los reyes de aquel lugar.
Mi celular vibró a unos cuantos metros de llegar a la casa de Cassidy, revisé quién era y un número desconocido se marcó en mi pantalla. Contesté presionando el botón verde y me decidí a hablar ya que nadie se escuchaba del otro lado.
— ¿Bueno? —dudé, era una mala idea contestar con Jinohra fuera, probablemente algo le había pasado.
—Aivan, las cosas se están poniendo feas con Huge, debes venir a su reino de inmediato—habló rápidamente una voz la cual reconocí, era Cass.
— ¿Qué sucede? ¡¿Dónde está Jinohra?!
—No hay tiempo debes venir, te dejo…
Colgó sin avisar y me quedé admirando mi celular, realmente estaba mal la situación en Galway. Busqué entre mis contactos el número de mi madre para que mandara a una parte de las tropas hacia Galway, algo debía hacer para proteger a Jinohra y si ella no estaba ahí debía por lo menos proteger a Cassidy.
—Madre, debes mandar toda una tropa hasta Galway, no hay tiempo así que después responderé tus preguntas—dije hacia la bocina.
—Muy bien, enseguida lo hago—colgó y yo volví a encender el auto, esta vez para encontrarme con mi tropa que seguramente estaría ahí antes que yo.
Al llegar vi a demasiados guardias del palacio montando guardia fuera de Galway y esperando una orden para atacar.
—General—dije llamando su atención mientras me acercaba—no ataquen hasta que dé la señal, entraré a averiguar lo que sucede, pero si no estoy fuera en cinco minutos no duden en comenzar a atacar—ordené, pues no estaba seguro de a qué o más bien a quién me enfrentaría una vez dentro.
Aun dudando si entrar o no caminé lentamente, mi miedo a que ahí dentro estuviera peor de lo que me imaginaba era evidente, pero no me detuve, seguí con un paso más decidido para ver a Jinohra, para asegurarme de que ella estaba bien.
Entré sin ningún problema al palacio y vi a Huge charlando con Cassidy, ninguno de ellos notó mi presencia, pero la arenilla de la entrada hizo que mi suela la remoliera contra el suelo y ésta emitiera un pequeño sonido que llamó la atención de Cass.
Giró a verme ahí de pie y fingió no haber visto nada, para mi sorpresa comenzó a hablar más fuerte y a distraer a Huge para que no me viera—debo agradecerle después—pensé mientras me dirigía a otro de los cuartos.
Caminé por un pasillo y vi a los guardias, estaban montando guardia, obviamente, en cada una de las puertas, seguramente ella estaba en alguna de todas esas. Me acerqué con cuidado para que no me vieran y una mano me cubrió la boca y me jaló hacia un pilar.
—No te asustes Aivan—susurró alguien en mi oído, en ese instante supe quien era—te voy a quitar la mano pero no hagas ruido—asentí moviéndola cabeza y ella me liberó.
—Jinohra, te encuentras bien—articulé aun sorprendido por tenerla frente a mí.
—Sí, pero ahora vámonos, es arriesgado estar aquí.
—Mira quién me lo dice—murmuré con ironía.
—Bien, bien, admito que debí decirte la verdad pero si lo hacía no me hubieses dejado venir.
—Lo hubiese hecho, hasta hubiera venido contigo, no debías afrontar esto sola.
—Muy bien, después hablamos al respecto, ahora debemos bajar por Cassidy para poder salir de aquí, no tenemos mucho tiempo así que démonos prisa—tiró de mi brazo y salimos corriendo de aquel aterrador pasillo lleno de guardias de Galway.
Caminamos rumbo a la sala donde estaban teniendo sus pláticas tan largas Cass y Huge, después de todas las atrocidades que cometió Huge no podía creer que Cass lo hubiese besado.
— ¿Qué sucede? —interrogó Jinohra.
—Nada—traté de sonreír—en verdad no te preocupes por mí, mejor preocúpate por cómo saldremos de aquí.
—Vi en la torre donde estuve encerrada unas cortinas enormes, tal vez podamos atarlas…
— ¿Atarlas? ¿Es en serio?
—Sólo lo sugería, pero si tienes algo mejor—rodó los ojos, estaba molesta.
—Si esta va a ser nuestra primer pelea como pareja en verdad te ruego que no sea aquí, guarda tu ironía y sarcasmo para otro momento—imploré pensando en que ella me entendiera.
—Como quieras—se cruzó de brazos y se plantó frente a mí.
— ¿Qué haces?
—Esperaré hasta que mi prometido, el genio, idee algo mejor para salir.
—Pues se me ocurre que quizá podríamos ir directo hacia Huge, salir tranquilamente con Cassidy y dejar a que los guardias se encarguen del resto.
—Bueno te recuerdo que yo no traje protección de ningún tipo.
—No hablo de la de Newry, Lisburn vino preparado—sonreí y retomamos el camino.
Llegamos hasta la sala donde ambos estaban discutiendo ahí, las paredes estaban pintadas de un café obscuro dándole un toque siniestro, las sillas eran demasiado altas, tanto que los pies de Cass no daban contra el suelo y qué decir de la mesa, era muy amplia y distanciaba a Huge cerca de tres metros de Cassidy.
—Perdonen que interrumpa—musité llamando la atención de ambos—me temo que debo llevarme a la duquesa, príncipe y perdona por la interrupción pero me temo que el mantener encerrada a la princesa de Newry no es muy buena opción ahora—musité para poder hacer tiempo mientras Jinohra salía a salvo con Cassidy.
—Aivan—saludó—ella vino directo a mí, ¿qué puedo hacer ante eso? y por Cassidy, bueno ella vino a abogar por ustedes, no es mi problema que Jinohra no se quisiera ir desde un principio, las puertas siempre han estado abiertas para ella.
—Eso no es cierto, ella no quiere verte.
— ¿Y por qué no dejas que lo diga ella?
—Porque no puedo arriesgarla de esa manera, eres un bastardo Huge y pagarás por esto.
— ¿Sabes? —esbozó media sonrisa—tal vez ella esté bien en este momento, pero tu—en un rápido movimiento me tomó por el hombro y presionó sobre la herida que había dejado la bala—no lo estás—se alejó unos pasos mientras yo sostenía mi hombro para no verme tan afectado.
— ¿Qué es lo que quieres?
— ¿No es muy obvio? A Jinohra.
—Pero ella no es un objeto como para que pienses que me pertenece, ella sólo quiere estar conmigo.
—Vamos, no trates de engañarte, lo que ella siente es lástima—solté una sonora carcajada por su comentario.
— ¿Lastima?, ella me ama—recalqué—ya estamos planeando la boda.
—Qué lástima, me tendrá que perdonar Jiny por quitarle a su futuro esposo—sacó un arma y la apuntó directo hacia mí.
Mi respiración se aceleró alcanzando el ritmo de mi corazón, no pensé que fuera a traer un arma consigo, creí que los guardias eran los únicos que podían portar armas, pero obviamente estaba equivocado. Comencé a caminar hacia atrás tratando de encontrar un lugar para ocultarme, escapar o por lo menos que me sirviera de protección.
—Huge, por favor baja el arma—dije mientras comenzaba a hiperventilarme, jamás había tenido un arma tan cerca.
—No cuentes con ello—observé que al decirlo oprimía el gatillo y el arma cayó al suelo, giré a ver quién había salvado mi vida y vi a Jinohra sosteniendo el arma y llorando mientras Cass trataba de calmarla.
—Ya pasó Jin, hiciste lo correcto—susurraba Cass mientras Jinohra entraba a un ataque de espasmos, su llanto me hacía sufrir, pero recordé a Huge y enseguida pateé el arma lejos de su alcance.
—Ya basta Huge, estás perdido—lo tomé de la muñeca que no estaba sangrando para no perjudicarlo más, de todas formas estaba arruinado y no quería comportarme igual que él, aprovechándome de su situación.
Dejé a Huge con los guardias de Newry que llegaron a ayudarme y enseguida corrí para ver cómo estaba, no podía quitarme la imagen de ella parada sosteniendo el arma y llorando mientras Cassidy le servía de apoyo, eso era imposible de olvidar.
Al llegar a la puerta me apresuré para estar arrodillado junto a Jin.
—Jinohra, tranquilízate—musité mientras la tomaba por los hombros.
—Acabo de dispararle a alguien—murmuró mientras se seguía sacudiendo espasmódicamente—acabo de herir a alguien con un arma.
—Hiciste lo correcto, si no hubieses intervenido, estaría muerto, te debo mi vida.
—Acabo de herirlo con un arma, esto lo hice yo—se llevó las manos a la cara y comenzó a llorar frenéticamente mientras emitía gritos de dolor desgarradores, no soportaría mucho el verla así.
Me quedé junto a ella mientras se calmaba, no podría estar llorando por el resto de su vida, pero mucho menos tenía la posibilidad de olvidarlo pronto, probablemente el recuerdo la atormentaría por demasiado tiempo.

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